El influencer Emmanuel Danann deberá hacer tareas comunitarias y participar de un taller de formación contra la violencia de género a raíz de acciones dirigidas contra la periodista Marina Abiuso

Fue condenado por hostigar sistemáticamente en redes sociales a la periodista Marina Abiuso. Deberá realizar 40 horas de tareas comunitarias y participar de un taller de formación contra la violencia de género. Se trata de su segunda condena: el mes pasado había recibido otra por discriminación.

El mismo youtuber y tuitero quien solicitó la probation y se ofreció a cumplir con las tareas comunitarias, además de realizar un taller sobre Género y Violencia Intrafamiliar del Programa de Educación en Derechos Humanos. Así evitó la elevación a juicio.

En el fallo, la justicia porteña, además, le prohibió al condenado nombrar a Abiuso por cualquier medio, lo que abarca redes sociales, teléfono, carta, pancarta o incluso a través de terceras personas. Danann también tiene prohibido acercarse o tener cualquier tipo de contacto con la comunicadora.

El hostigamiento se llevó a cabo principalmente en X (ex Twitter), desde cuentas de influencers o perfiles anónimos con numerosos seguidores, cuya tarea fue replicar el contenido. Gorostiaga, por ejemplo, la instó a “callar la boca” respecto del crimen de Lucio Dupuy, el niño asesinado en La Pampa.

De esa manera, Danann se convirtió en uno de los principales autores de una campaña que tuvo por objeto desacreditar públicamente y silenciar a la periodista, una referente de las agendas que promueven la igualdad y que por entonces era editora de Género en un canal de noticias. A partir de ello, Abiuso comenzó a recibir amenazas de violación y de muerte.

“Este caso se inserta en un contexto local de una escalada de discursos que incitan a la violencia y a la discriminación hacia periodistas que cubren las agendas de género y diversidad, con el propósito de deslegitimar y silenciar a las principales voceras de estas agendas, generando un profundo deterioro del debate público”, señaló Amnistía Internacional Argentina, tras conocer la resolución judicial.

“Este precedente contribuye a enviar el mensaje de que la violencia de género en redes no es tolerada. Se deben adoptar medidas reparadoras para que mujeres, niñas y adolescentes del país puedan confiar en la Administración de justicia y se atrevan a denunciar”, agregó la ONG.

Al igual que Amnistía Internacional Argentina, otras entidades, como la Agencia Nacional de Periodismo y la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), manifestaron públicamente su rechazo al escrache, las acusaciones falsas y el hostigamiento hacia Abiuso.

Desde la ONG alertaron que esta modalidad de violencia, que afecta principalmente a mujeres y diversidades con voz pública, se caracteriza por ser continua y sistemática, perdurar en el tiempo indefinidamente, dada la imposibilidad de borrar por completo la huella digital, con consecuencias que pueden ser devastadoras para las personas que la padecen.

Si bien las acciones se iniciaron a través de redes sociales, estas tienen su correlato en la vida pública. “Marina Abiuso ha tenido temor de salir a la calle y hablar públicamente, y el hostigamiento sistemático en redes ha afectado su desarrollo profesional, su salud mental y su libertad de expresión. Es por ello que la periodista decidió cerrar su perfil de X y autocensurarse, pese a que las plataformas sociales son un espacio fundamental para difundir y amplificar su trabajo como comunicadora”, resaltaron las consecuencias desde la organización.