Tanto Saccani que al final el tipo se insolventó. Y de manera fraudulenta, según la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Lo curioso es que en la carátula subida al sistema venimos a descubrir que la AFIP era un apellido ya que tras él figura una coma y luego su nombre: Ricardo. ¿Será Ricardo Echegaray? Por el año de la causa coincide. Pero la AFIP no es un apellido ni tiene nombre, Lucio. OK. ¿Y me querés decir qué catzo hace ahí el nombre Ricardo? ¿Era una clave sobreescrita en el expediente para que los jueces supieran de quién se trataba el pedido? ¿Qué pedido? No sé. ¿Pero qué hace ahí Ricardo? Y bueh, será el nombre de la AFIP, entonces. No, debe ser el nombre del abogado de la AFIP que interpuso el recurso si se abre el fallo: Ricardo Horacio Negrete. Ah. ¿Y vos decís que no entró el nombre completo por una cuestión de espacio? Claro. No aclares que ennegrece, negro.
Saccani estaba sobreseído pero ahora entra en zona de duda. Casación le hico caso al pedido de «Ricardo», declaró mal denegado el recurso para discutir en esa instancia y ahora deberá aguardar una probable revocatoria del sobreseimiento. Vendría a ser algo así como «cuando el nombre le gana al apellido» o «sacame la 5» del mozo y su comanda. Prometo que el día que Saccani le haga un juicio a un cajero automático o viceversa bajo la persiana y será mi chiste póstumo.