Cuando sale una buena y no le dan bolilla

La Justicia a veces da noticias reconfortantes. No todas son las pálidas habituales que la llevaron a tener la peor imagen entre las instituciones argentinas. Sin embargo, dentro de las buenas noticias, que no son muchas, lamentablemente, hay cuestiones realmente inexplicables y que si bien podrían atribuirse a la burocracia de otros estamentos estatales no dejan de llamar la atención por la desidia y la falta de contacto con la realidad.

La buena noticia es que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 (TOCF1) dispuso que ante la pandemia del coronavirus los hospitales Garrahan y Gutiérrez, dedicados a la atención de niños enfermos, destinen a combatir esa emergencia sanitaria los casi 9 millones de dólares que se le decomisaron al ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo José López dentro de los famosos bolsos revoleados en un convento de General Rodríguez a mediados de 2016.

El uso del dinero para fines sanitarios en esos hospitales ya había sido ordenado por el tribunal en la sentencia del año pasado que condenó a López a cumplir seis años de prisión por la comisión del delito de enriquecimiento ilícito. La novedad es que ahora se ordenó que sea utilizado para combatir la pandemia, en esos mismos establecimientos.

La mala noticia, y aquí el motivo de esta breve nota, es que de la lectura de la resolución del tribunal surge que inicialmente ni uno ni otro hospital respondieron de entrada a la notificación original escrita que les mandaron desde los tribunales federales de la Avenida Comodoro Py y que fueron necesarias reiteraciones de oficios y llamados telefónicos para destrabar la cuestión.

¿Será el papeleo -o traspapeleo- y la burocracia? ¿O será un empleado o funcionario inepto que no hace bien su trabajo y no lee lo que llega a sus manos? Son casi 9 millones de dólares ganados con todas las de la ley a la corrupción y que se dispone utilizar para combatir una emergencia mundial que amenaza convertirse con un desastre mucho mayor sobre las vidas humanas. No son poca cosa.