Nobleza obliga: sobre corrupción, Justicia y coronavirus

Nobleza obliga. En este espacio se escribió tres días atrás sobre la desidia de un hospital público al que el año pasado se le había ofrecido emplear millones de dólares ganados por la Justicia a la corrupción y que llamó la atención su falta de respuesta a esa tan inusual como generosa oferta. Del porteño Hospital de niños Ricardo Gutiérrez hablamos y también de los casi 9 millones de dólares que el condenado ex secretario de Obras Públicas José López revoleó en un convento del Gran Buenos Aires cuatro años atrás. Inoportuna burocracia cuando sale un tiro para la justicia.

Bueno. Este lunes el hospital respondió al tribunal y detalló los requerimientos de equipamiento en los que emplearía esos fondos. El Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 (TOCF1) aprobó la propuesta y hoy, martes, el Banco Nación le girará US$ 3,2 millones a su cuenta en dólares bajo promesa de que informe periódicamente la utilización del dinero. Otros 2 millones de dólares y 1,2 millón de pesos irán a las cuentas del Hospital Garrahan. Así lo había dispuesto en junio del año pasado la sentencia firmada por los jueces Adrián Grunberg, José Michilini y Ricardo Basílico. Según fuentes judiciales, uno de ellos estaba en deuda moral o ética con este último hospital. En el Garrahan le habían salvado la vida a su pequeña hija de entonces tres meses tiempo atrás por un problema en el corazón.

La lista de insumos presentada por el Gutiérrez es larga, tan larga como lo que se engrosará esa cuenta bancaria con este inesperado aporte. Pero las autoridades del hospital pidieron que ese dinero sea compartido con los otros establecimientos del sistema sanitario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el tribunal aceptó la propuesta. Dos pequeñas muestras: se comprarán un millón de barbijos triple capa -no dijeron dónde conseguirán tal stock- y otros 15 mil del tipo N95, además de 100 kits para la detección del letal COVID-19.

Así como el sábado se cuestionó desde este espacio la desidia inicial de un organismo público para desatenderse de una generosa propuesta surgida de la Justicia, ahora se reivindica que desde distintas patas del Estado -Justicia federal porteña y hospital público porteño, junto con el principal banco público nacional- se ponga en marcha algo que no sólo puede ayudar a cientos o miles de niños enfermos sino también a combatir en todo el ámbito de la Ciudad al invisible enemigo público número uno por estos días de pandemia: el coronavirus.