Se trata de Vanessa Lucero, una abogada que había ganado su concurso.
Está claro que un cargo en una defensoría pública tiene más de vocación que de protagonismo. Claro que habrá algunos que buscarán a la medida de sus posibilidades un trabajo bien remunerado y dentro del Estado. Pero no deja de ser muy distinto ese rol al de un fiscal o un juez, que cobran lo mismo. Defienden a quien no puede pagarse un abogado, es decir la mayoría de la gente. Como el caso de ayer, en el que el Ministerio Público de la Defensa (MPD) logró una sentencia favorable a nivel internacional. Filosofía y fallos al margen acá hay dos hechos noticiosos englobados en uno solo. Una abogada tucumana dijo haber sido discriminada por el presidente Alberto Fernández por haberla marginado en la cobertura de una vacante en su provincia por ser mujer y pese a haber salido primera en el concurso. Un clásico.
Leer más