Alarma en Tribunales por el coronavirus

Mientras esperan la definición del titular del Poder Ejecutivo, Alberto Fernández, de lo que casi seguro sea una prolongación de la cuarentena tras este fin de semana, en la sede del Poder Judicial de la Nación se encendieron las luces de alarma este miércoles por el coronavirus. Un veterano empleado de la Mesa de Entradas del máximo tribunal falleció víctima del letal COVID-19 que tiene en jaque al mundo. Se trata de Walter Montillo, padre del homónimo y afamado futbolista que brilló en San Lorenzo de Almagro y actualmente juega en la Universidad de Chile.

El deportista sufrió dos duros golpes en una semana, porque días antes había fallecido su abuelo, Oscar Montillo, también empleado judicial aunque ya jubilado, de 90 años, por la misma pandemia. El abuelo del futbolista solía apostarse en la entrada del histórico edificio sede del Poder Judicial, Talcahuano 550, más conocido como «El Palacio», según recordaron fuentes judiciales.

La Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) informó que el padre del futbolista, de 60 años, se convirtió así en la primera víctima del coronavirus en el universo de empleados judiciales. El sindicato le había pedido el día anterior a la Corte mantener el actual esquema de trabajo tras el fin de la cuarentena que seguramente sea prorrogada. Esto es, teletrabajo o «home office», resolución de casos vía remota por parte de los jueces y guardias mínimas e indispensables de empleados en sus lugares físicos de desempeño laboral regular.

De acuerdo con el titular del histórico sindicato de los trabajadores judiciales, Julio Piumato, Montillo trabajó hasta el jueves 19 en la Mesa de Entradas de la Corte, un lugar de contacto no sólo con sus compañeros laborales sino también con el público, y al día siguiente comenzó con la cuarentena dispuesta por decreto por el presidente Fernández con el aislamiento en su casa de Gerli. Piumato aclaró que Montillo no había tenido síntomas de la enfermedad mientras estuvo en funciones hasta el inicio de la cuarentena. Al igual que su padre y abuelo del futbolista, su deceso se produjo en un sanatorio de Brandsen, en la zona sur del conurbano bonaerense.