La carátula del día: ¿La culpa es del chancho o de quién?

Está bien que se hartara porque siempre volvía a casa con inocultable aliento a alcohol. Ninguna novedad. OK. ¿Pero denunciarlo al bar por ello? ¿A su segundo hogar? ¿No había otra alternativa? Parece mucho, pero allí está y la carátula lo dice todo. Lo denunció en Comodoro Py. Al bar. ¿Sería funcionario público el susodicho? Nunca había dicho de qué trabajaba. Pero siempre pagaba. Todas las tardes se sentaba en la mesa de la ventana y pedía lo suyo. El gallego, que siempre le servía la copita de memoria y sin preguntas, está que trina. «Comodoro Pis», farfulla cuando vuelve en el 152 desde Retiro.