Fue contra el director de la obra social judicial mientras la Corte define presidente.

Quizás haya sido el último estertor, la «respiración anhelosa, generalmente ronca o silbante, propia de la agonía y del coma», como define esa palabra el diccionario de la Real Academia Española. O quizás exageremos y aplique más para mí -y mi mal hábito del cigarrillo- que para quien lo pensamos. La Corte Suprema de Justicia de la Nación parece encaminada a tener su nuevo presidente esta semana o a más tardar la próxima. Se trata del juez Horacio Rosatti. Y el último estertor de su ubicuo rival en esa carrera, Ricardo Lorenzetti, bien pudo haber sido esta denuncia penal ingresada la semana pasada en Comodoro Py y que llamó la atención de este fumador, más allá de la holgada derrota del peronismo en las elecciones primarias del domingo 12 y sus múltiples interpretaciones e influencias tribunales dentro.
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