Aunque parezca imposible, el recientemente fallecido y polémico juez federal Claudio Bonadio volvió a imponerse en los tribunales por sobre el poderoso ex ministro de Planificación Julio de Vido, el principal colaborador del ex presidente Néstor Kirchner, al que seguramente también hubiera procesado de haber permanecido vivo éste último un lustro más.
Bonadio procesó a De Vido en varias causas -él dice que se trata de un lawfare, el argumento del kirchnerismo inexistente en las leyes argentinas, para afirmar que es un perseguido de la Justicia, la prensa y el macrismo-, incluso enviándolo a la prisión de la que recientemente logró salir.
No pudo lograr ese objetivo con la heredera de la presidencia y de los principales colaboradores de su fallecido esposo, la ahora vicepresidenta y ex presidenta Cristina Fernández, porque ella contaba con fueros parlamentarios al momento en que ordenó su detención. De Vido también tenía fueros porque era diputado pero terminó expulsado de la Cámara. El Senado, en cambio, protegió a Cristina. La historia es vieja y conocida, como los enconos mutuos entre ellos.
¿Pero cómo es esto de que el muerto le gana al vivo? El miércoles pasado, la sala I de la Cámara Federal de Casación Penal declaró abstracto un recurso de queja de De Vido contra un fallo de ese mismo tribunal que le cerró la posibilidad de ir a discutir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación una recusación que el ex funcionario había planteado respecto de Bonadio para que no actuara en la causa conocida como “gas licuado”, las multimillorias compras a Venezuela sospechadas de sobreprecios y corrrupción.
Bonadio murió el 4 de febrero, un mes y veinte días después que De Vido saliera de la cárcel y regresaba a su casa de Puerto Panal, en Zárate, por razones de salud y tras pasar más de dos años detenido de manera preventiva, ya que la primera y única condena que tuvo, por la llamada “tragedia de Once”, aún no está firme. La excarcelación fue dispuesta en distintas causas por los tribunales orales que tienen sus casos.
Ahora, “habida cuenta del fallecimiento del juez Claudio Bonadio, el tratamiento del remedio interpuesto (el recurso extraordinario de De Vido para apartarlo de la causa gas licuado) carece de actualidad”, dijo la sala I de la Cámara Federal de Casación con la firma de los jueces Diego Barroetaveña, Daniel Petrone y Ana María Figueroa. Por ello, declararon “abstracta” la discusión planteada.
Dos meses antes, con Bonadio en vida, dos de esos tres jueces (Petrone y Barroetaveña) le habían rechazado el recurso de casación al ex ministro ante el fallo contrario a su planteo que previamente había emitido la Cámara Federal penal porteña. Así las cosas, aún muerto, Bonadio, el juez que más veces procesó a la actual vicepresidenta Fernández, volvió a imponerse sobre De Vido, aunque ahora éste está en libertad pero con difíciles perspectivas en los tribunales.
Lucio Fernández Moores
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