Tragedia de Once: dos liberados más y falta… Schiavi

El tribunal que los condenó dejó salir de la cárcel a dos ex directivos de TBA.
Tribunal. Gorini, Giménez Uriburu y Tassara (fallecido), los jueces de las condenas que llegan a su fin.

La semana pasada fue el turno de Jorge Alberto de los Reyes, el que se había recibido de ingeniero en prisión. Le concedieron la libertad condicional y ahora está en su casa. Ayer le tocó a Jorge Alvarez. Le otorgaron el beneficio de las salidas transitorias. El paso previo a la salida total de la cárcel. El único que seguirá tras las rejas, hasta fines de noviembre, será el ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi. Cuando su salida de prisión se concrete, la causa por la llamada tragedia de Once no tendrá encarcelados porque casi todos ellos ya habrán cumplido prácticamente sus penas o lo que la ley estipula, a excepción de Ricardo Jaime, el antecesor de Schiavi. Unos dirán qué barbaridad, quizás la mayoría, pero sobre todo los familiares de las 51 víctimas. Y otros diremos «el sistema funciona, es la ley». Y a eso quizás apunte este texto, más allá de los generosos cursos de ukelele y jardinería dictados intramuros para reducir sus penas. A propósito: Alvarez dio la nota con uno increíble sobre «anticorrupción y transparencia» en el que obtuvo la calificación de «excelente».

De los Reyes era el vicepresidente de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) al momento del accidente, 22 de febrero de 2012, y fue condenado casi cuatro años después, en diciembre de 2015, a seis años de prisión por decisión del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 (TOCF2), pero recién fue preso en octubre de 2018, cinco meses después que la Cámara Federal de Casación Penal confirmara la sentencia aunque redujera su pena a cinco años de cárcel, como ocurrió con el resto de los sentenciados. La rápida instrucción de la causa -para los tiempos habituales de este tipo de casos- fue responsabilidad del ya fallecido juez Claudio Bonadio y el fiscal Federico Delgado, dos antípodas del Mundo Comodoro Py.

La prisión se hizo efectiva cuando quedó realizado el llamado doble conforme (la intervención de dos tribunales) y se rechazara el recurso extraordinario para que la sentencia fuera revisada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que dejó firme el fallo de Casación el año pasado sin pronunciarse sobre el fondo del asunto y simplemente a través del cuestionado artículo 280 del Código de Procedimiento en lo Civil y Comercial de la Nación que rechaza por inadmisible el estudio del caso.

Desde la semana pasada De los Reyes es hombre libre al lograr dejar la cárcel por el cumplimiento de los dos tercios de su pena y su buena conducta, según el fallo que aquí debajo se adjunta. Es decir que pasó dos años y diez meses en prisión real. Estuvo en la Unidad 31 del Servicio Penitenciario Federal (una cárcel para mujeres en San Nicolás) y ahora, en su casa de Bella Vista, al noroeste del Gran Buenos Aires, con su esposa y sus tres hijos. Dice que se dedicará a la consultoría. Queremos creer que nada que tenga que ver con el transporte de pasajeros. Al igual que sus consortes de causa, lo condenaron por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública y estrago culposo. Es decir, el «accidente» se produjo por el mal estado de ese tren.

La pena del ex vicepresidente de TBA, la firma que bajo permiso del Estado operaba la ex línea Sarmiento en la que ocurrió el «accidente», vence el 24 de octubre de 2023. Es decir, dentro de dos años y dos meses. Pero como se la redujeron en siete meses y tres semanas por el cuestionado «estímulo educativo» de los cursos en prisión pidió y obtuvo la salida por los dos tercios ya cumplidos.

«Evaluados los antecedentes personales del interno y su progresividad en el tratamiento penitenciario, el mismo cumplimenta los requisitos del art. 13 del Código Penal habiendo Jorge de Los Reyes observado con regularidad los reglamentos carcelarios, y habiendo demostrado una evolución favorable a lo largo de su permanencia intramuros, adquiriendo compromisos con las áreas de tratamiento y herramientas que puedan serles útiles en su desenvolvimiento en el medio libre; por lo tanto, esta instancia se expide de manera positiva y favorable respecto a un eventual egreso anticipado del interno, resultando dicho egreso anticipado favorable para su revinculación social», dice el informe penitenciario incorporado en la causa.

Los otros condenados

Lo mismo había ocurrido en junio con Laura Ballesteros, Guillermo D’Abenigno, Francisco Pafumi y Antonio Suárez, todos ellos ex directivos de TBA. Y en igual situación habían quedado el año pasado los ex TBA Oscar Gariboglio, Pedro Roque Cirigliano y Víctor Astrella y Pedro Raineri y José Doce Portas, de la firma Cometrans, una operadora multinacional. El «motorman» de la formación siniestrada, Marcos Córdoba, también había recuperado la libertad en setiembre del año pasado.

Quedan en prisión domiciliaria por cuestiones de salud los ex presidentes de TBA Sergio Claudio Cirigliano (condenado a nueve años de cárcel que se redujeron en Casación a siete) y Carlo Michele Ferrari (5 años), el ex director de Cometrans Marcelo Calderón (6 años), el ex director de TBA Carlos Pont Verges (5 años) y el ex gerente de Operaciones de TBA Sergio Tempone (5 años). En octubre comienzan a vencer las penas, con Raineri, Gariboglio, Doce Portas y el también ya liberado ex director de Cometrans Alejandro Lopardo en primer lugar, todas ellas de ejecución condicional por la reducción de Casación.

De este modo, solo Schiavi y el ex director de TBA Alvarez (6 años) quedan en prisión efectiva en la misma Unidad 31, pero este último ya tiene concedidas desde ayer las salidas transitorias. El juez Jorge Gorini le contabilizó 252 días (casi nueve meses) de reducción de pena por cursos relacionados con la serigrafía, los injertos, la «organización de eventos», la reparación de refrigeradores domésticos, el montaje de instalaciones de gas domiciliarias, la gestión de PyMEs, violencia de género, «anticorrupción y transparencia» (sic), programación, marketing, liquidación de sueldos, «contabilidad básica y finanzas para no especialistas», los primeros cinco dictados intramuros y el resto por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) a distancia. Además de los de liderazgo, antropología, sagradas escrituras, computación y hasta periodismo deportivo.

Quedaron fuera de la cuenta 27 cursos supuestamente dictados por la Universidad Nacional de Córdoba en solo dos días y otros que hizo sobre «manipulación segura de alimentos», «formación docente en género y abordaje de violencias», «matemática elemental para futuros arquitectos y diseñadores», «física elemental para futuros arquitectos y diseñadores» y «seguridad vial». Así, a resultas del informe del SPF respectivo, Alvarez recuperará la libertad en los próximos días. Al igual que en los casos de los otros condenados, la querella de los familiares de las víctimas no opinó sobre los pedidos de las defensas. Solo lo hizo con la prisión domiciliaria de Cirigliano y estuvo de acuerdo, según recordaron fuentes judiciales.

¿Estudiantes de la plata? Alvarez dio en la cárcel un curso anticorrupción.

Las dos caras más visibles del caso, el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido y el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, corren por separado y con suerte dispar. Jaime, quien admitió en otro juicio haber cobrado coimas de parte del concesionario de la terminal de ómnibus de Retiro, cumple una pena única de ocho años de cárcel por otras causas en las que también fue condenado, y aún espera el resultado de otro juicio en marcha ante el TOCF6. De Vido, juzgado en el juicio conocido como Once2, cuenta con el beneficio de la prisión domiciliaria. Los dos llegaron al Gobierno nacional en 2003 tras acompañar a Néstor Kirchner en sus años de gobernador santacruceño.