La carátula del día: más caro, imposible

No, por favor. No piense mal, lector, que para eso estamos nosotros y por algo somos periodistas. Siempre buscándole la quinta pata al gato. Que el preso se llamara Carísimo no significa acudir al chiste barato de lo caro que le costaría recuperar la libertad. Y no hablamos solo de abogados, aunque este no es el caso. Ejemplos, y más aún sospechas, tenemos de sobra. Más lo segundo que lo primero.

Pero resulta que nunca más adecuado recordar el viejo dicho de que «la vida no tiene precio», esa frase casi de circunstancia dicha tantas veces ante algún problema de salud de un familiar o un amigo y/o conocido. Tampoco hablamos de cuantificar un resarcimiento en una demanda en el fuero civil por una vida humana perdida. No. Acá el que murió es el imputado en un juicio penal. El del apellido raro. Carísimo.

Claro, le habían fallado en contra un año atrás y recién ahora se pronunció la Casación en la apelación. Obvio: devino abstracto porque entre medio dejó de existir quien apelaba. Pero la Justicia siempre tiene una respuesta, aunque no siempre coincidan los tiempos. «Las decisiones de esta Cámara deben atender a las circunstancias existentes al momento del pronunciamiento, aunque sean distintas a las verificables en oportunidad de la interposición del recurso respectivo», firmaron los jueces de Casación.

NdR: el acento en la primera letra i del apellido no fue una interpretación antojadiza de juezyparte.com a partir de las mayúsculas de la carátula aquí arriba acompañada sino porque de esa manera figura escrito en la resolución respectiva al escribírselo con mayúscula y minúsculas.