La carátula del día: el gangoso

No tuvimos acceso al prontuario del imputado, que lo tiene y voluminoso, según el texto del juicio abreviado, pese a sus 19 años. Seis meses por intentar abrir un auto ajeno con la mala suerte de que lo vieran desde un patrullero no una sino dos veces después de la vuelta a la manzana clásica. Claro, era la segunda semana de la cuarentena, en marzo. Madrugada. Beauchef al 900. Tampoco refiere apodo alguno el fallo del juez Fernando Ramírez. Y tampoco hubo un error de tipeo, como en aquel célebre currículum del frustrado procurador general de la Nación. Tanto lío para ocupar ahora el cargo y ahí estaba Daniel Reposo listo para la tarea hace cuántos años ya. Recuerdo haber escrito del tema en Clarín, aunque ya no salga mi firma (¿la magia de la web?). Pero no. Ni prontuario ni apodo ni error de tipo. El condenado se llama así. Jeremías Onzalo. U «Onzalo, Jeremías», según el orden de la carátula. De ahora en más, «el gangoso». Ya sé, el chiste no es bueno. Ahora, cuando encuentre la carátula del juicio de Onzalo Onzález, ahí sí. Bingo. Y vamos a Las Vegas, je.