Una babosa o la piedra en el zapato de Macri hasta 2023

El juez Bava fue ratificado en la causa contra él por espionaje por el ARA San Juan.

Finalmente llegó la elección del 14 de noviembre y pasó con los resultados ya conocidos y Mauricio Macri no fue procesado ni detenido por el espionaje realizado durante su presidencia a los familiares de las víctimas del hundimiento del submarino ARA San Juan. Pero tampoco fue apartado del caso el juez que lo había llamado a declaración indagatoria en la causa, Martín Bava, como algunos habían pronosticado. La Cámara Federal de Mar del Plata volvió a ratificarlo este jueves en la causa que lleva adelante como subrogante del juzgado federal de Dolores. Y podrá convertirse en su piedra en el zapato para su segundo tiempo camino a la elección presidencial de 2023. O en una bavosa.

El tribunal dijo que «luego de haber visto y cotejado el video presentado como prueba y las constancias obrantes en el expediente» no logró «advertir las discordancias» alegadas por la defensa de Macri respecto de lo que se observó de esa frustrada primera audiencia de declaración indagatoria y lo que quedó escrito en el acta judicial que reflejó lo ocurrido en la visita del ex presidente al juzgado federal de Dolores del 28 de octubre pasado, cuando la noticia casi fue más el pequeño acto realizado fuera del tribunal en su apoyo que lo ocurrido dentro de él.

«Tampoco advertimos algún motivo que pudiera generar temor de parcialidad o dependencia en los procedimientos, pasos y decisiones tomadas por el Juez en la causa, en lo relativo a lo acontecido en el marco de la audiencia que genera la nueva controversia recusante», añadieron los camaristas Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez. Prueba de ello, sostuvieron que Macri y su abogado defensor, Pablo Lanusse, firmaron el acta sin chistar ni plantear «reserva» alguna por su contenido en el momento que debieran haberlo hecho.

En un clásico de la Justicia que se ve todos los días en todos los tribunales, Tazza y Jiménez expresaron que la «discrepancia» de una de las partes con lo decidido por un juez no es causal suficiente para removerlo del caso o anular su decisión, más aún cuando se trata de una cuestión de procedimiento y no una sentencia de fondo. De este modo, Bava seguirá al frente del caso mientras no sea designado otro subrogante en el tribunal porque su condición de suplente no le quita el requisito de «juez natural». Eso sí, los camaristas le recomendaron evitar «desprolijidades». Ya antes le habían pedido «mesura», sobre todo por las «repercusiones institucionales» de esta causa y su más alto imputado.

"Advertimos con cierto grado de preocupación, la adopción de algunas decisiones conductuales durante el transcurso del proceso, que cuestionadas por su desprolijidad – y que en definitiva- fueron subsanadas-, deberán en lo sucesivo ser evitadas por el juez de grado a los fines de garantizar la buena marcha del mismo, teniendo en particular consideración el contexto en que se producen y las repercusiones institucionales que cada una de esas decisiones adoptadas conlleva."

En este caso, según los jueces de apelación, «carece de sentido» y por ello fue infundado el «temor de parcialidad» respecto de Bava esgrimido por Macri y, por ende, alegar una «ausencia de independencia» en la actuación del magistrado por el solo hecho de haber suspendido la audiencia de indagatoria de octubre por la falta de relevamiento del deber de guardar secretos de Estado por parte del ex presidente justamente en resguardo de su derecho de defensa y para evitar eventuales nulidades del acto.

De hecho, Bava, titular del juzgado federal con competencia no penal en la ciudad de Azul, evacuó luego algunas de las medidas de prueba solicitadas por la defensa de Macri en su indagatoria finalmente concretada una semana después. Respecto de la rapidez con la que el presidente Alberto Fernández relevó a Macri del secreto, los camaristas dijeron que no es responsabilidad del magistrado lo que depende de otro resorte del Estado y no son quiénes ellos para evaluar eso. Macri está convencido de que Bava actuó bajo órdenes del Gobierno para perjudicar a la oposición en la elección en la que finalmente el oficialista Frente de Todos fue derrotado.

Bava quedó así en condiciones de resolver la situación del ex presidente en la causa. Es decir si lo procesa, lo sobresee o dicta la falta de mérito para una u otra opción. Macri está de viaje en Arabia, hacia donde partió el lunes siguiente a la elección legislativa del domingo con autorización judicial. El permiso otorgado por Bava vence el próximo jueves 25. Macri temía llegar procesado a la elección del domingo pasado pero, según creen algunos, más votos le quitó a Juntos por el Cambio su encuentro previo con el libertario economista Javier Milei.

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El magistrado ya había procesado por los mismos hechos a los ex secretario y subsecretaria de Inteligencia Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. En caso de decidir lo mismo respecto de Macri el juez deberá demostrar, al menos con el grado de sospecha exigible en un proceso que aún no es un juicio definitivo, que el ex presidente estaba al tanto de que los servicios de inteligencia bajo su mando cometían un delito al espiar a los familiares de las víctimas del submarino caído a pique en el lecho del océano Atlántico.

En el escrito en el que cumplió con el acto de la indagatoria, sin responder preguntas del juez, el ex presidente negó las acusaciones en su contra, es decir, haber ordenado el espionaje comprobado o haber usufructuado de ello. Otro clásico judicial: ¿hasta dónde llegan las responsabilidades penales de los presidentes por el solo hecho de ser el titular del Poder Ejecutivo Nacional? La actual vicepresidenta Cristina Fernández puede dar fe de ello en cierto modo a partir de su absolución en la causa conocida como dólar futuro y sobreseída por el tribunal de juicio antes del juicio, claro que casi seis años después de iniciada.

Nunca digas jamás

«Jamás ordené ni posibilité la realización sistemática de tareas de inteligencia expresamente prohibidas por la ley 25.520 y sus modificatorias. Jamás espié ni ordené espiar a nadie. Jamás recibí ni utilicé información de inteligencia alguna respecto de los familiares del ARA San Juan ni de ningún buque pesquero. Jamás impartí órdenes para que se los espiara. Jamás destiné recursos para tales fines. Los informes que están en esta causa nunca antes los había visto ni conocido hasta que Usted, Sr. Juez, me citó a esta causa», había dicho en letras mayúsculas el escrito presentado por Lanusse al responder concretamente a la imputación.

Habrá que ver si le cree el juez. Pareciera que no, si es que lo llamó a indagatoria luego de procesar a sus subordinados inmediatos, como Arribas y Majdalani. Por ello el título de esta nota. Jugando con las palabras y las letras, Bava podrá convertirse así en la babosa o, mejor dicho, la piedra en el camino de Macri para una eventual nueva postulación presidencial en 2023. Y vuelta a Cristina, su contracara tan conocida: ¿será incómodo tener un proceso judicial abierto y avanzado a esa altura o, por el contrario, un atractor de simpatías y votos? Ay, la Justicia y la grieta. Siempre en el medio.