La denuncia del día: sí, Jinping, el presidente chino en Py

En realidad es la denuncia del día de ayer. Se nos había pasado por alto. Es que hubo tantas… El asunto es que el presidente de la República Popular China -sí, el país más poblado del planeta y árbitro del ajedrez internacional- fue denunciado en los incómodos y obsoletos tribunales argentinos de la Avenida Comodoro Py 2002. Le queda cerquita del puerto si llega a venir a Buenos Aires en un crucero, como sus compatriotas antes de la pandemia. Lo acusan justamente de haber provocado el desastre mundial del Covid-19, o al menos lo responsabilizan por las víctimas argentinas.

La denuncia, que se acompaña en este texto, fue presentada por el abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten y quedó radicada en el juzgado 5 a cargo de María Eugenia Capuchetti, la heredera de las causas llevadas por el ahora jubilado y televisivo Norberto Oyarbide. También fueron señalados funcionarios chinos y hasta el secretario general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el africano Tedros Adhanom, nacido en la ciudad de Asmara cuando ella no era la capital de Eritrea sino que integraba Etiopía.

El denunciante sostiene que la propagación del «coronavirus» constituye un «genocidio» por el que debe intervenir la Corte Penal Internacional (CPI) en base al Estatuto de Roma. Pero dice que «presumiblemente» el virus fue «creado en un laboratorio chino», sin constancia de la ¿afirmación? Sánchez Kalbermatten reflota la vieja teoría de que científicos de los Estados Unidos advirtieron dos años antes a las autoridades chinas sobre las condiciones de seguridad del laboratorio existente en la ciudad de Wuhan donde supuestamente comenzó a distribuirse el virus. Y lo vincula -en potencial- con «acciones bioterroristas de posicionamiento mundial estratégico».

«Tampoco se descarta una posibilidad que deja helado y expectante al mundo: si el coronavirus fue o no creado con un claro objetivo: ser un arma letal», expresó el abogado en su pedido de investigación penal de presumible no inicio y consecuente archivo, según estimaron fuentes judiciales. Aquí debajo, la denuncia.