Un ex camarista contra otro por un juez de moda

Freiler denunció a Cabral por la subrogancia inicial del luego trasladado Bruglia.

No. No es por aquella sesión en la que se aprobó su juicio político en el Consejo de la Magistratura en la que faltaba un legislador de la oposición sino por el acto inmediatamente posterior: la designación de su reemplazante transitorio en la estratégica Cámara Federal penal porteña, un hecho ocurrido cuatro años atrás pero ahora denunciado. El destituido juez Eduardo Freiler denunció penalmente este martes a un ex colega, Luis Cabral, y a un abogado que presidió el Consejo de la Magistratura durante el gobierno de Cambiemos, Miguel Piedecasas, por la presunta comisión de delito al proponer y refrendar la subrogancia de Leopoldo Bruglia en el puesto que él tuvo que dejar obligadamente. Sí, Bruglia. El mismo que luego fue trasladado y al que ahora el Frente de Todos retornó a su puesto original en un tribunal oral. Pero ya se sabe: el tema está en la Corte y tiene aún final abierto. Aquí debajo, la denuncia de Freiler.

La denuncia de Freiler apunta básicamente a Cabral, un juez penal con rango de camarista que integró el Consejo de la Magistratura y presidió la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN) y que ahora está jubilado. Dice que él fue quien propuso a Bruglia para ocupar su cargo mientras se sustanciaba el juicio político en su contra. Freiler terminó destituido por mal desempeño de sus funciones, según determinó el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados un año después. En vez de renunciar antes y poder gozar a futuro de su jubilación, como hizo en la misma época el más famoso ex colega Norberto Oyarbide, el camarista oriundo de Necochea afrontó el juicio político y se defendió hasta el final con un enfático alegato sobre el que escribí en el diario Clarín. Pero las dudas sobre el origen de su patrimonio fueron suficientes para inclinar la balanza en su contra.

El ex integrante de la sala I de la Cámara Federal -la que mejores noticias judiciales le dio al kirchnerismo en Comodoro Py durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández- dijo en su denuncia que directamente se fraguó el resultado de la votación en el Consejo de la Magistratura que determinó la cobertura de su vacante transitoria con Bruglia, el juez al que ahora el Gobierno corrió de su estratégico cargo pero por el que aún disputa en la Corte. «Estaban presentes diez consejeros, uno se abstuvo, cuatro votaron en contra, y solo hubo cinco votos a favor«, sostuvo Freiler.

«No hubo mayoría absoluta. No se logró el número de votos requeridos por la ley aplicable para dar por aprobada la designación del candidato propuesto» por Cabral al resto de los consejeros, añadió sobre aquella sesión del Consejo de la Magistratura Freiler en su denuncia, a la que Juez y Parte tuvo acceso y acompaña para su lectura. La presentación quedó radicada por sorteo en el juzgado 6 que subroga María Eugenia Capuchetti, con intervención del fiscal Eduardo Taiano.

«Los aquí denunciados -uno Presidente de la Comisión de Selección y otro Presidente del Consejo de la Magistratura- dieron eficacia y validez a esa votación -y con ella dieron por aprobada la designación de Bruglia- y continuaron, sin más, con total desparpajo, con el Plenario» del Consejo del 23 de noviembre del 2016, sostuvo Freiler, quien pidió incorporar como prueba las resoluciones y actas respectivas del organismo, incluida la versión estenográfica de aquella sesión.

El ex juez y antes fiscal expresó en su demanda que «Cabral ‘ignoró’ su propia lectura y el Presidente del Consejo de la Magistratura -quien incluso hizo explícito que la mayoría absoluta de miembros presentes “..es la mitad más uno”-, omitieron el desatino para completar la deliberada e ilegal maniobra» que puso a Bruglia en el despacho que él ocupaba en el segundo piso de Comodoro Py 2002.

«Resulta innegable que tanto Cabral como Piedecasas sabían que para designar al Dr. Bruglia como pretendían hacerlo, necesitaban seis (6) votos -la mitad más uno de 10 Consejeros presentes-pero DELIBERADA e INTENCIONALMENTE omitieron tal extremo y condujeron al Consejo a la designación ilegítima de un magistrado», se añadió en la denuncia así, con letras mayúsculas. «Tales omisiones son graves», señaló el ex juez.

La subrogancia, el paso previo al traslado

Freiler advirtió que «lo que propugnaron y lograron los denunciados, en la práctica, no fue una subrogancia» sino «el traslado liso y llano, en violación abierta y flagrante a las leyes pertinentes y a garantías constitucionales, del Dr. Bruglia a la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, ya que abandonó su cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 4 para cumplir sus nuevas funciones ilegalmente acordadas».

La coincidencia temporal de su denuncia con la pública y conocida situación por la que atraviesa Bruglia no hizo más que ratificar las sospechas de que además de las inconsistencias en su patrimonio Freiler fue víctima quizás de haber expresado o dado a entender de alguna manera sus simpatías políticas, fuera porque éstas se desprendieran de sus fallos o fuera porque adscribió al colectivo judicial llamado Justicia Legítima y que se propuso como contracara de la Asociación de Magistrados que lideraba Cabral, quien paradójicamente tenía sus raíces políticas en el espectro de la izquierda representado en Jorge Abelardo Ramos y de buenos lazos con el «peronismo de Perón», según recuerdan viejas fuentes judiciales.

NdR: No es chivo ni nepotismo, pero recuerdo un artículo escrito por mi hermano Javier hace unos meses para el diario La Nación en el que habla justamente de este tema, los jueces y la política. Javier fue juez comercial nacional durante diecisiete años e integró el primer Consejo de la Magistratura en representación de ese estamento. El artículo se tituló «Para una Justicia sin confianza, jueces independientes hasta de su propia ideología».