La/s denuncia/s del día, por el velorio maradoniano

Al Presidente, por propagar el Covid-19, y a Larreta, por la Policía de la Ciudad.

Mientras autoridades nacionales y de la Ciudad se cruzaron acusaciones por las responsabilidades en torno a los incidentes registrados el jueves en el velorio púbico de Diego Armando Maradona, dos dirigentes liberales denunciaron penalmente al presidente Alberto Fernández por haber violado las normas que él mismo citó en los decretos sobre eventuales incumplimientos de las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria de la pandemia del coronavirus Covid-19. Más tarde se conocía la denuncia, también penal, de las autoridades nacionales contra la Ciudad por el operativo policial.

Los denunciantes, Yamil Santoro y Antonio Fratamico, de la coalición Republicanos Unidos liderada por el ex ministro de Economía y Defensa Ricardo López Murphy, dijeron que la convocatoria al velorio del fallecido ídolo deportivo en la Casa Rosada fue «una actividad incompatible con el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio» conocido por sus siglas, DISPO, y significó «una vulneración masiva» de lo dispuesto en el decreto presidencial que lo regula.

Los dirigentes opositores sostuvieron en su demanda que también «se ha vulnerado el principio de igualdad ante la ley al conferir a la familia del destacado futbolista un trato diferente, en materia de velatorios, que el que recibe -normas sanitarias mediante- cualquier otra familia argentina que sufre el fallecimiento de un ser querido». De allí no sólo la acusación por la propagación del virus sino también el abuso de autoridad que figura en la carátula provisoria de la denuncia.

Otra denuncia, pero de la Nación contra la Ciudad

La presentación de Santoro y Fratamico fue realizada a primera hora en los tribunales federales de la Avenida Comodoro Py y el sorteo determinó que intervenga el juzgado a cargo de Sebastián Ramos. Pero más tarde se conoció a través del diario La Nación otra denuncia realizada por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, contra las autoridades del Gobierno de la Ciudad por el operativo policial que abortó la llegada de más personas a la Casa Rosada y que hacían fila en la Avenida 9 de Julio a media tarde.

Esta denuncia, según informó La Nación, fue presentada ante el fuero Penal y Contravencional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y apunta hacia las presuntas responsabilidades de los jefe y vicejefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli. Intimidación pública, también abuso de autoridad y abandono de persona, serían los delitos en los que habrían incurrido las autoridades políticas locales, según el Gobierno nacional.

La prueba de la denuncia del Gobierno nacional son los videos de las transmisiones televisivas sobre la manifestación. Y los hechos son la «agresión» de un «policía de civil» a «un periodista del canal de televisión C5N» y el «abandono» por parte de la Policía de un ciclista que había sido empujado al asfalto sin decir quién lo hizo. Ahora, si la orden del Gobierno nacional era despejar el camino para dejar pasar al cortejo fúnebre porque se debía terminar el velorio, ¿quién tiene el poder del Estado para cumplir con ello aunque se oponga el «reprimido»? La Policía, que para eso está. La denuncia dice que «ante el fastidio de la gente» por el desalojo «irrumpió raudamente» la Policía de la Ciudad. «Que se contuviera a la gente sin tirar», dice que le pidió la ministra de Seguridad nacional, Sabina Frederic, al de la Ciudad, Santilli, quien sostuvo que ella cuenta parcialmente ese diálogo y que desde la Nación se politizó la cuestión.

Santilli había recordado el mismo jueves que el operativo de seguridad fue coordinado por las autoridades nacionales y que se dispersó a manifestantes en la 9 de Julio porque por allí pasaría la caravana que llevaría los restos de Maradona hasta un cementerio privado de Bella Vista. «Me parece que hubo un accionar desmedido de la Policía de la Ciudad», retrucó este viernes Fernández al adelantar que le había pedido a Pietragalla «investigar» el tema, tal como se hizo y denunció ante la Justicia porteña aunque con poca probabilidad de éxito según los datos expuestos en la denuncia.

«Eso hubiera pasado en cualquier lado si nos encontramos con un grupo de violentos dispuestos a entrar en cualquier lado con la violencia, es muy difícil de resolverlo. Sin embargo lo resolvimos sin que haya ningún herido, ningún palazo, ninguna bala de goma. Lo resolvimos. Cerramos las puertas, desplegamos la Gendarmería», dijo el Presidente de la Nación sobre el operativo en la Casa Rosada y sus inmediatas adyacencias, donde fueron vistos connotados barrabravas de diversos clubes al inicio de los desmanes, entre ellos de Gimnasia y Esgrima de La Plata, el equipo que dirigía Maradona como entrenador en los últimos meses y del que se supone es hincha la vicepresidenta Cristina Fernández por ósmosis familiar.

La irrupción en la Casa Rosada de los manifestantes que terminaron en el Patio de las Palmeras de la Casa Rosada y a pocos metros de las oficinas del Presidente de la Nación y del Ministerio del Interior, adonde se dirigió la vicepresidenta, fue a raíz del cierre de las puertas de ingreso cuando Cristina Fernández ya se encontraba en el lugar, según señalaron fuentes de la Casa Rosada y se pudo seguir cronológicamente por las transmisiones televisivas.