La salud de todos y/o el derecho a votar ¿con el virus?

Servini y Ramos Padilla reglamentaron el protocolo de la Cámara Nacional Electoral.

Seguramente no sean muchos pero seguramente también se dará más de un caso, por no decir varios. ¿Qué pasará con las personas que estén contagiadas del Covid-19 este domingo de elecciones y que aún así quieran votar a sabiendas o ignorancia de su situación de salud? Se suponía que el espíritu de las recomendaciones hechas hace un mes por la Cámara Nacional Electoral (CNE) permitiría su derecho al sufragio con las previsiones correspondientes dentro de los lugares de votación. Sin embargo, la decisión de los dos principales distritos electorales del país, Capital Federal y provincia de Buenos Aires, es bien clara: la salud general está por encima del derecho al voto. Lo más probable es que por uno u otro motivo se abra más de una causa por estas cuestiones luego del domingo o el mismo día de los comicios. Quejosos por no poder votar unos o violadores de las restricciones sanitarias otros.

En el punto 11 de la acordada 83 del mes pasado, la CNE recomendó a los jueces de cada distrito que «en caso de presentarse a sufragar un elector que exhiba síntomas evidentes compatibles con COVID-19 o que por cualquiera otra circunstancia conformare un caso sospechoso de COVID-19 en los términos de lo previsto por las normativas sanitarias vigentes, será informado de que se encuentra justificada su no emisión del voto y que debe retirarse a cumplir aislamiento preventivo». Hasta ahí adhirieron los responsables judiciales de cada distrito.

Pero en el párrafo siguiente del protocolo orientativo de la CNE se añadió esto: «En cada distrito el juez federal electoral determinará el procedimiento de emisión de voto para aquellas personas que, eventualmente y pese a estar comprendidas en lo previsto en el párrafo anterior, exijan ejercer su derecho al sufragio. El procedimiento deberá garantizar las medidas de higiene y distanciamiento adecuadas para prevenir el contagio y preservar la salud de las demás personas».

Sin embargo, esto último no quedó reflejado en las actas elaboradas posteriormente tanto en el juzgado federal electoral porteño a cargo de Servini como en el de La Plata encabezado por Alejo Ramos Padilla tras reuniones con los apoderados de todas las listas que competirán en estas elecciones. Es decir, no determinaron procedimiento alguno para esos casos porque directamente no podrán votar quienes estén enfermos, tengan síntomas o sean sospechosos de portar el virus.

En ambos casos se apunta básicamente a dejar en claro que quien esté incluido entre las personas que según la legislación nacional vigente debieran estar aisladas en sus domicilios para no contagiar a otros la enfermedad estarán eximidas de ir a votar y no se les aplicarán las sanciones previstas por sus ausencias con la simple exhibición luego del certificado médico que justifique su no emisión del voto. «Ninguna acordada puede modificar un DNU», dijo a Juez y Parte una fuente judicial directamente involucrada en el asunto en alusión a los decretos para combatir el coronavirus.

«Como regla general se establece que las personas que estén cursando la enfermedad del Covid-19, y/o tengan síntomas compatibles con ella deberán continuar con el aislamiento establecido oportunamente por las autoridades de salud pública correspondientes, no deberán presentarse a votar, siendo causa suficiente para justificar la no emisión del voto conforme lo establecido en el art. 12 inc. d del Código Nacional Electoral, debiendo realizarse el trámite correspondiente, adjuntando la certificación médica pertinente en su oportunidad», dice el punto 10 de la resolución de Servini.

«Asimismo, y también como regla general, aquellos electores que fueren contacto estrecho, o sean considerados casos sospechosos de contagio del mencionado virus, o que deban permanecer aislados por alguna de las disposiciones legales vigentes (NdR: viajeros recién vueltos al país), tampoco deberán presentarse a votar y de igual modo se justificará su no emisión del voto, en las condiciones señaladas precedentemente», se añade en el mismo texto.

Y el juzgado electoral porteño destacó que «en el hipotético caso que un elector se presente ante un local de comicio manifestando estar comprendido en alguna de las causales descriptas, no se permitirá su ingreso al establecimiento, y el delegado electoral labrará un acta al respecto». Ergo, podría haber violadores de la cuarentena que, en caso de ser descubiertos, inexorablemente serán denunciados y se les abrirá un proceso penal.

Entre quienes sí puedan votar tendrán prioridad en la fila los mayores de 70 años (en provincia serán los de 60) y «las personas que presenten factores de riesgo debidamente acreditados», pero no en un horario establecido los primeros, como había sugerido la CNE, sino distribuidos a lo largo de la franja horaria prevista para la jornada electoral, es decir entre las 8 y las 18, para evitar su aglomeración.

El secretario de Actuación Electoral de la CNE, Sebastián Schimmel, advirtió este martes sobre «información falsa dando vueltas» en las redes sociales y mensajería de teléfonos celulares respecto a la emisión del voto y la forma de ubicar las boletas en los sobres. El funcionario judicial recomendó a los electores llevar su propia birome (no aclaró si negra o azul) para firmar el acta y cerrar el sobre no con su saliva sino apenas doblando la solapa y no con un pegamento que pueda dañar la boleta.

Este domingo 12 de setiembre se realizarán las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) previas a las generales del 14 de noviembre en la que surgirán los nuevos diputados y senadores nacionales de la renovación parlamentaria a mitad de mandato del presidente Alberto Fernández. Todos los actores involucrados presagian una merma de votantes por la pandemia y buena parte de ellos creen que eso podría perjudicar a la opositora coalición de Juntos por el Cambio dada la edad promedio de sus electores. Lo curioso es que el oficialista Frente de Todos hace eje en la campaña de vacunación, mayoritariamente destinada a los ancianos, y la oposición, en los estragos de la larga cuarentena, mayoritariamente violada por los jóvenes.