Sí: al juez sin acuerdo lo juzgará una jueza sin acuerdo

El trasladado Castelli recusó en su amparo a la subrogante Marra pero la Cámara dijo no.

Será esto Macondo, como dijo un lector? Y, sí. La alusión a la novela de Gabriel García Márquez no parece exagerada. Uno de los jueces que acudió a la Justicia para evitar que lo corran de su cargo actual con el argumento de que no cuenta para él con acuerdo del Senado será juzgado por una jueza que tampoco tiene el aval de la Cámara alta para ocupar el tribunal que ocupa porque ni siquiera es juez y jamás pasó por ese filtro legislativo. Así como se lee. El juez la recusó pero la sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal le dijo este miércoles que no.

El juez es Germán Castelli, miembro del tribunal oral que deberá juzgar a la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por el caso de «los cuadernos». El ya tiene acuerdo del Senado desde hace casi una década, cuando fue designado para su cargo original en un tribunal oral de San Martín. En 2018 lo trasladaron sin objeciones a Comodoro Py. Pero ahora, en el medio de la discusión por la malparida «reforma judicial», el Gobierno dice que necesita de un nuevo acuerdo. Y presentó un amparo para evitar ser corrido del cargo.

La «jueza» se llama Macarena Marra Giménez pero resulta que no es jueza. Es una secretaria letrada de la sala II de la Cámara Contencioso Administrativo y como tal fue designada jueza subrogante en el juzgado 12 del fuero, cargo que ejerce -sin objeciones, como Castelli- hace seis años, pero también sin contar con acuerdo del Senado. Es más, a diferencia de Castelli jamás tuvo acuerdo alguno. Creyó haberlo casi alcanzado cuando el entonces presidente Mauricio Macri envió su pliego al Senado, junto con los de otro centenar de «futuros» colegas, pero la entonces oposición ahora oficialismo jamás los trató y el ahora presidente Alberto Fernández los retiró apenas asumido para «revisarlos». Esas vacantes siguen hace varios años sin llenarse pese a los proyectos de reforma de creación de nuevos tribunales.

Castelli recusó a Marra Giménez porque podría no ser imparcial, dada su situación. Sin embargo, los camaristas Sergio Fernández y Carlos Grecco le dijeron hoy que su planteo fue extemporáneo y que debía haberlo hecho de inicio, apenas sorteado el caso. Castelli argumenta que no sabía que aún había subrogantes en esas condiciones pese lo establecido por la Corte Suprema en dos fallos.

La sentencia «interlocutoria» de la Cámara es inapelable y la negativa al magistrado generará entonces la paradoja de que su caso sea juzgado por alguien que está casi en las mismas condiciones por las que es objetado por el oficialismo y que lo puede obligar a perder su cargo actual. En caso de no prosperar su planteo Castelli tendrá la chance de acudir a la Corte ya que hizo la respectiva «reserva del caso federal». Castelli ya dijo que no descarta pedir un per saltum a la Corte.

Este mecanismo ya fue planteado esta semana por otros dos magistrados alcanzados por la revisión iniciada por el presidente Fernández, como titular del Poder Ejecutivo, a propuesta de su representante en el Consejo de la Magistratura, Gerónimo Ustarroz. Ellos son Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, jueces trasladados durante el gobierno de Cambiemos de un tribunal oral a la estratégica Cámara Federal penal porteña por donde pasan los casos de corrupción investigados en Comodoro Py.

El amparo de Bruglia y Bertuzzi fue rechazado por la jueza María Alejandra Biotti y apelado el martes ante la Cámara Contencioso. Pero a la par, su abogado, Alejandro Carrió, pidió el per saltum directamente en la Corte. Los tres magistrados están citados a una audiencia pública en el Senado para dentro de dos semanas.

¿Intervendrá el máximo tribunal como lo hizo en la frustrada ley de «democratización de la Justicia» de 2013? Es probable. ¿Será ahora o con el caso de Castelli? No se sabe. ¿Será por eso que Cristina Fernández salió a decir que su verdadera reforma judicial era la de 2013? ¿Habrá logrado entretanto apartar al juez de los cuadernos si el Senado no le aprueba el pliego? Preguntas sin respuesta. Política y ¿justicia?