Vacuna rusa, Coca-Cola yanqui o el secreto de sus dosis

El secretismo sobre la Sputnik-V parece de película y en exceso para una fórmula.
La V de la victoria. El embajador ruso, Dmitry Feokstistov, se sumó a los festejos oficialistas por la llegada de las primeras 300 mil dosis de la cuestionada vacuna (captura de TV).

No es la fórmula de la Coca-Cola aunque también se entiende al tratarse de una solución a la muerte en una lucha geopolítica comercial para mitigar una pandemia que ya lleva un año declarada como tal. Pero el secreto alrededor de la llamada «vacuna rusa» contra el coronavirus Covid-19 pareciera exceder el sentido común y pasar al campo del secretismo. Al menos en este blog la saga inició con el precontrato entregado a la Justicia bajo siete llaves por un laboratorio en concurso de acreedores y que aún no está del todo claro si permanece en el negocio. Pero luego escaló a pedidos de informes al Poder Ejecutivo en el Legislativo y hasta denuncias penales en Comodoro Py.

«No comments», fue palabra más palabra menos la respuesta que recibimos del vendedor de la vacuna, el Fondo Ruso de Inversión Directa, cuando quisimos indagar este lunes si el cuestionado laboratorio HLB Pharma permanecía en el negocio sobre el que había tirado la primera piedra en la Justicia y del que el Gobierno pareció luego querer despegarse. Fue el supuesto promotor del primer viaje con funcionarios argentinos a Moscú para explorar el asunto presuntamente a partir de sus contactos en el oficialismo. Lo reveló el colega Jorge Asís en el programa Animales Sueltos, de América TV. Y aquí lo informamos luego en base a los documentos judiciales.

Octubre. El laboratorio pidió a la Justicia el levantamiento de su concurso de acreedores e informó del negocio en marcha.

Hasta donde Juez y Parte pudo saber no hubo nuevas referencias a la Sputnik-V en el expediente judicial. Ni que HLB Pharma hubiera sido dado de baja del negocio, como se afirmó en algunos medios, como tampoco que siga en carrera. Pero sí avanzó la empresa en los últimos días en el requisito que le habían exigido los rusos: levantar el concurso de acreedores para concretar el asunto, paso que hasta ahora no se logró en la causa. Ergo, puede inferirse que la firma sigue en pie para la futura comercialización -y hasta fabricación- de la droga no sólo en la Argentina sino también en países vecinos.

Diciembre. Final del último escrito presentado por el abogado de HLB Pharma en el expediente del concurso.

Los directivos de la firma fueron incluidos en una denuncia sorteada este lunes en los tribunales federales de la Avenida Comodoro Py contra el ministro de Salud, Ginés González García; su segunda en la cartera, Carla Vizzotti; los funcionarios que viajaron a Moscú y hasta el titular del Fondo Ruso de Inversión Directa, Kirill Dmitriev, mal transcripto en los nombres del sorteo de asignación de juzgado reflejado por el Centro de Información Judicial a partir de la denuncia de Fernando Míguez, entre otros.

La nueva denuncia penal, a la que Juez y Parte tuvo acceso, apunta por un lado a la incompatibilidad del último viaje de funcionarios a Moscú aparentemente solventado por los vendedores de la vacuna y a la ausencia de autorizaciones internacionales para su aplicación porque aún no está concluida la famosa fase 3 de prueba. Intervendrá el tribunal a cargo de María Servini y quizás a partir de aquí surjan papeles que esclarezcan y echen luz pública. Ya había una denuncia previa de legisladores de Juntos por el Cambio formulada antes de Navidad por el mismo tema. Y pedidos de informes de la diputada Graciela Ocaña.

Ya nos había llamado la atención un par de meses atrás el comentario de una fuente gubernamental cuando informamos que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se constituía en «el último escollo de la vacuna rusa». ¿Y qué problema hay que participe una empresa concursada», preguntó la fuente, a la defensiva, sin decir agua va. Digamos que no es lo ideal. No solo por pensamiento propio, siendo generosos, sino porque así lo desaconsejan encargados de compras de insumos para grandes empresas. Pero esto es el Estado. Y la sospecha, como siempre, es que el proveedor es un amigo del poder.

Las quejas por el secretismo también partieron hasta de trabajadores de prensa, como lo refleja el tuit debajo de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina a propósito de la cobertura de la nota de la llegada de las primeras vacunas al país, cuestionada desde opositores al Gobierno por el aire triunfalista y épico de las transmisiones televisivas de medios afines al kirchnerismo y que contrastó este lunes con imágenes de supuestos rompimientos de la cadena de frío en el traslado de la droga a las provincias.

No me mires, no me toques. Los reporteros gráficos se quejaron por no poder cubrir debidamente la llegada de la vacuna.