Críticas de los jueces por una nueva idea presidencial

La federación que los nuclea acusó a Fernández de debilitar su independencia.

La Federación Argentina de la Magistratura (FAM) expresó este domingo su «categórico desacuerdo» con la opinión pública del presidente Alberto Fernández sobre la duración del mandato de los magistrados al acusarlo de debilitar con sus palabras la independencia judicial y «sembrar dudas» sobre las garantías establecidas en la Constitución Nacional en torno a sus funciones. La FAM se convirtió así en la más rápida voz institucional contra el nuevo comentario presidencial sobre un paño que se supone conoce bien de cerca y que ya generó más de una vez al menos sorpresa en su mandato, sobre todo en el mundo del Derecho.

«Constituye un debilitamiento claro de la independencia judicial relativizar lo dispuesto en el art. 110 de la Constitución nacional en cuanto a la permanencia en los cargos judiciales pretendiendo abrir paso a la transitoriedad o periodicidad en su ejercicio», dijo la entidad a través de un comunicado firmado por su presidente, el santafesino Ariel Ariza. Fernández había hablado de fijar en diez años el mandato de los jueces cuando por antonomasia es de por vida, para garantizar su independencia de los otros dos poderes del Estado, electos directamente por el voto popular. En cierto modo sonó a una remake de la fallida «democratización de la Justicia» aprobada en el segundo mandato presidencial de la ahora vicepresidenta Cristina Fernández y desaprobada por el propio Poder Judicial con la simpatía del propio Fernández ahora presidente.

Legisladores de la oposición y académicos varios consultados por la prensa recordaron lo obvio: para el cambio propuesto por Fernández hace falta una reforma constitucional como la llevada a cabo en 1994. Allí se agregó a última hora un límite etario de 75 años, cuando los magistrados deben precisar desde entonces de un nuevo acuerdo del Senado bajo la excusa de una vejez que eventualmente derive en una disminución de su capacidad cognitiva para el ejercicio del cargo. Así fue el espíritu del arreglo.

Pero el Presidente, hijo de un juez, ex empleado judicial y profesor de Derecho Penal en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), volvió a revolotear el statu quo de los tribunales al proponer la finitud del mandato de los magistrados por fuera de las causales de muerte, renuncia o destitución previstas originalmente en la Constitución. Fue durante el II Encuentro Federal de Derecho concluido con sus palabras de manera remota el fin de semana último.

«La existencia de Poderes Judiciales independientes supone el compromiso institucional para preservar las condiciones que la hacen posible. Desde la FAM pensamos que no es bueno sembrar dudas acerca del alcance de las garantías que la Constitución Nacional establece para proteger los derechos y garantías de la ciudadanía, siendo el mejor camino trabajar para fortalecerlas», sostuvo al final de su comunicado la entidad presidida por Ariza y que nuclea a los jueces de todas las provincias.