Traducción: De acuerdo con @CabralViejo, Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli vendrían a ser víctimas ahora de la previa movida del gobierno de Mauricio Macri a la de sus traslados. Esto es la transformación sin más de dos tribunales orales del fuero penal ordinario al federal a través de la mayoría simple que tenía en el Consejo de la Magistratura y no por el filtro del Senado, donde probablemente el gobierno de Cambiemos no llegaría a los dos tercios de los votos. Se trata de competencias distintas ya que en «ordinario» se juzgan los «delitos comunes» y no los federales de Comodoro Py, básicamente vinculados con el narcotráfico y la corrupción de la administración pública nacional. La Corte no lo avaló pero compensó, según @CabralViejo, con la siguiente apuesta macrista y la acordada 7/2018: autorizó sus traslados de dos tribunales orales federales del «interior» y otro de Capital a Comodoro Py, dentro del fuero federal, pero con funciones distintas, al menos en el caso de Bruglia y Bertuzzi. De hecho, antes de la famosa acordada 4/2018 se le habría ofrecido el cargo ahora perdido por Bruglia en Comodoro Py a un juez de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la calle Viamonte, la «ordinaria», según recordaron fuentes judiciales a Juez y Parte, que le pusieron nombre y apellido a ese magistrado que se habría opuesto a la movida: Rodolfo Pociello Argerich. Esto viene a romper un tabú o pregunta no respondida en todo este entuerto: si los traslados fueron pedidos por los interesados, como figura en los papeles y avalan los reglamentos, o si fueron ofrecidos por el gobierno de Macri a quienes se consideraba más aptos para cumplir las nuevas tareas a sabiendas de que podría aprobarlos con los votos propios.